3.1 mil millones de personas no usan Internet pese a vivir en zonas cubiertas. La GSMA advierte que la brecha de uso en todo el mundo es 9 veces mayor a la brecha de acceso a la banda ancha móvil.

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La brecha de uso sigue siendo uno de los principales problemas a superar para alcanzar la conectividad universal. A pesar de que viven en zonas con cobertura de servicios,39 por ciento de las personas cubiertas no utilizan Internet móvil en todo el mundo.

Esto equivale a 3 mil 110 millones de personas en el mundo,de acuerdo con el nuevo informe El estado de la conectividad de Internet móvil 2024,elaborado por la GSMA.

Actualmente,la brecha de uso en todo el mundo es 9 veces mayor a la brecha de acceso a la banda ancha móvil. Aunque ambas brechas se han reducido progresivamente,aún persisten barreras que impiden que la población aproveche Internet y las tecnologías digitales.

Uno de estos obstáculos es la falta de acceso o propiedad de dispositivos,ya que dos terceras partes de quienes no usan la banda ancha móvil,pero tienen cobertura,no cuentan con un teléfono móvil.

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Otras barreras para cerrar la brecha de uso son la falta de asequibilidad de los servicios y los dispositivos; la carencia de habilidades digitales; así como la falta de contenidos relevantes para las diferentes necesidades de la población.

La brecha de uso es más profunda en algunas regiones del mundo. En especial,en África Subsahariana,60 por ciento de quienes todavía no acceden a Internet móvil viven en zonas de cobertura. Además,la brecha de uso es de 50 por ciento en el sur de Asia,y de 47 por ciento en el Medio Oriente y el Norte de África.

En América Latina,una tercera parte (33%) de las personas desconectadas del Internet móvil vive en áreas cubiertas,lo equivalente a 220 millones de habitantes.

Mapa mundial de brechas de cobertura y uso,y población conectada. Fuente: GSMA

La GSMA estima que cerrar la brecha de uso agregaría 3.5 billones de dólares adicionales al Producto Interno Bruto global entre 2023 a 2030,y 900 mil millones de dólares sólo en 2030.

Sobre todo,la asociación de operadores móviles destaca en su estudio que cerrar la brecha de uso puede ser un potencial de crecimiento económico en los países de bajos y medianos ingresos,dado que son aquellos donde la brecha de uso es más grande.

Sin embargo,las barreras persisten. Por ejemplo,en los países de ingresos medios y bajos,los dispositivos básicos con acceso a Internet cuestan 18 por ciento del ingreso mensual promedio. Incluso,para el 20 por ciento de la población más pobre del mundo,el precio de estos dispositivos puede ser de hasta 51 por ciento.

Además de la magnitud en la brecha de uso,el informe advierte que la brecha de cobertura en el mundo es de 4 por ciento. Es decir,350 millones de personas viven en zonas sin acceso a redes móviles,que en gran medida son áreas remotas o rurales.

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“La brecha de cobertura se da predominantemente en las zonas rurales,pobres y escasamente pobladas,a menudo en los países menos desarrollados,sin litoral o en los pequeños Estados insulares en desarrollo”,explica la GSMA.

Según estimaciones de la organización,se necesitan alrededor de 418 mil millones de dólares en inversiones para construir la infraestructura necesaria para lograr el acceso universal a Internet móvil,y conectar esas zonas remotas y rurales.

La población mundial que sí está conectada a Internet móvil,usando su propio celular,equivale al 57 por ciento,ó 4 mil 600 millones de personas. Esto representa un aumento importante respecto al 33 por ciento de la población con acceso a la banda ancha móvil en 2015.

No obstante,la GSMA expone en su estudio que,más allá del acceso,también existen desafíos para impulsar la conectividad significativa en todo el mundo. Si bien cada vez más personas están conectadas,la mayoría realiza actividades básicas o para un número limitado de acciones,entre un amplio abanico de posibilidades que brinda el entorno digital.

Por eso,la organización advierte la necesidad de promover acciones para incentivar un uso más significativo del Internet móvil,mientras a la par se trabaja para cerrar las brechas existentes.